Archivo de muerte

No lo leáis, no vale la pena

Posted in Dama del fuego, Mundo mejor, Secretos, Suicidio with tags , , , , , , , , , , , , on 04/09/2009 by damadelfuego

Estoy un poco de bajón.

Ayer estaba feliz con mis niveles de serotonina. Parece que no los mantengo tan mal si tengo en cuenta que no estoy viendo el sol prácticamente, duermo poco, estoy comiendo fatal y explotando la máquina. Si a eso le sumo que el cariño de mis hermanos hace que me toque hacer la faena de la casa prácticamente yo solita, que encima se quejen y pillen rebotes y me hagan luz de gas . Que tenga encima que estar ciñéndome a los horarios que mi madre me quiere imponer y cuando la llamo no pueda quejarme de los tiranos, todo esto sin desquitarme con los amigos, pues bastante bien.

Pero sí, reconozco que ayer me pillé 15 minutos de vacaciones mentales. Apagué un ratito el dispositivo de seguridad y dejé que los virus camparan a sus anchas por mi cabecita.

Qué bien! Un momento en el que nadie me controla. En el que puedo ser yo, aunque sea sólo para soñar con morirme. Joder!! Es que no se dan cuenta lo que están consiguiendo!! Ojalá me muera pronto.

Estuve recordando lo de cúter. Y fantaseé un rato con que me atropellara un autobús: el golpe, cómo sería mi muerte. Joder, lo jodido es que te quedes inválida y luego no poder intentarlo otra vez, mierda!!

Y los dientes, mis dientes. Esa es una de las cosas que más me para. No me importaría tanto romperme los huesos como quedarme sin dientes. Mis dientes, tan perfectos, tan frágiles.

Ahora comprendo el porqué de la interpretación de los sueños con dientes que se suele dar: si se te caen o estropean en el sueño, dicen que tiene que ver con debilidad, enfermedad o muerte. Y es verdad. Lo entiendo desde que tuve un par de sueños así.

El más significativo fue cuando pasada la época de rebotes suicidas, tuve una recaída y una noche se me fue de las manos la cosa. No fueron 15 minutos como anoche, sino mucho más. Estuve horas buscando info por internet y no encontré la manera de saber cómo participar en una ruleta rusa. (Que nadie me lo diga, o puede que lo haga). Busqué, leí, me regocijé en mi mierda, disfruté cada gota de dolor y desesperación que recorría mis células, en el torrente sanguíneo. Casi notaba cómo se esfumaba mi deseo por vivir y cómo esa pasión se iba descontrolando tan atroz que mi conciencia estaba ya entumecida y luchaba en vano. Mi  yo mala se reía de los intentos en vano de mi yo buena porque dejara aquello.

Busqué vídeos de muertes, para acercarme un poco más a mi deseo (como quien busca fotos de los lugares que visitará cuando pueda realizar el viaje que toda la vida ha deseado hacer), para acariciar aquello que es tan fácil de conseguir  y está tan prohibido.

 Es como si el tesoro más grande del mundo estuviese expuesto sin ninguna urna, sin nadie vigilando, sin ningún guardia que se vaya a interponer y tú lo supieses. Como si todo el mundo lo supiese, que nadie te va  a ver. Vas a poder irte con él y nadie te va a decir nada. Pero todo el mundo sabe que el mismo tesoro va a impedirte que lo robes y que lo quites de ahí.  Y no es que vaya a imponerse físicamente, es ligero incluso. Pero sabes que no vas a poder. Es tan gran sacrilegio que la gente sabe que no lo vas a hacer, y si lo haces, no irás muy lejos, lo devolverías en seguida.

Así va esto. Ese «instinto de supervivencia» es el que te dice que no lo vas a hacer porque en el fondo algo pasará que te dará esperanza. Y la esperanza es como una mala hierba, que se coge a la nada y se aferra a ella y se pone a crecer sin que la alimentes, y si la alimentas ya no puedes hacer nada más. Y lo mejor y lo peor es que TÚ quieres tener motivos para tener esperanzas, sólo que no los encuentras. Quieres encontrar lo que buscas y te desanimas porque no aparece, pero sabes que no lo tienes hasta que lo tienes, es decir, que puede aparecer. Que puede faltar una hora o un milenio, pero PUEDE aparecer. No tienes certeza de que siempre la búsqueda sea en vano. Y entonces te engañas y te engañas y piensas que eso que búscas aparecerá. Por eso te sientes imbécil.

Hasta que descubres que está en tu cabeza, pero no lo sabes retener y se llama serotonina. Sólo eso. Joder! ¿Y los demás se sienten siempre así? Como cuando yo tengo la serotonina a niveles normales?? Eso es la polla!!! Joder, y cómo pueden quejarse?????? No tienen ni puta idea de lo que es vivir maldiciendo que has vuelto a abrir los ojos y que otro día has tenido que luchar para ser medianamente ¿feliz? no ilusos! Medianamente normal.

Para no dar el cante cuando de repente, como ahora, te pones a llorar y miras a los coches que vienen con deseo, y abres y cierras el cajón de los cubiertos y sólo ves los cuchillos y ayyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!Lo prometí, prometí que  no haría una lista de las maneras de irse de aquí.

El día que estuve mirando todos esos vídeos que prometían algo que no mostraban, ese día que me desesperé buscando cómo jugarme la vida con el tambor de un revólver, soñé con que se me caían los dientes. Me sentía más débil que nunca y más cerca de la muerte quizás que en otras ocasiones, precisamente por la debilidad de mi ánimo en esos momentos.

Ya véis, y aquí estoy. Jugando a ser feliz. Sonriendo a diestro y siniestro, infundiendo valor a los que se me acercan e intentando creerme yo misma que es posible.

¿Cómo explicar, y que se entienda, que desde que tengo uso de razón recuerdo haber querido morir? ¿Cómo sobrellevar el silencio en el que tienes que vivir porque no puedes contárselo a tus padres, a quienes realmente necesitas? ¿Cómo no destrozar las relaciones personales cuando te piden que vivas por ellos y no vivirías ni por tí? ¿Cómo hacer entender que lo único que quieres no son motivos para vivir, sino comprensión, comprensión de que está dentro de tu cabeza, como un cáncer, que no te lo puedes arrancar? ¿Cómo hacer entender que no es una afición hacia las cosas horrendas, sino una necesidad de soluciones por no poder soportar la situación tan insoportable en la que te encuentras? ¿Cómo establecer diferencias entre la gente «rara» y tú? Tú quieres vivir!!!!!! Tienes más ganas que ellos de vivir porque nunca has vivido!!! Quieres estar bien!!!!! Y te esfuerzas y lo intentas cada día y miras el lado positivo e intentas superarte… Y siempre es tan cansado!! No notas los cambios, es muy lento, como los pasos en los sueños, álguien te amarra y no puedes andar. Es repetitivo: y esto y lo otro. Siempre, constante, inexorable!! Es algo que crece a tu costa, que tú misma estás alimentando como un parásito. Está ahí sin tu permiso y no hay manera de borrarlo. Sólo reducirlo

Puedes tenerlo arrinconado, pero siempre es esa mancha, esa sombra agazapada en tu cabeza esperando que no te des cuenta, que cometas un error, para avanzar. Que no duermas a tu hora la hace crecer. Cualquier cosa.

Y es como si se hubiese agarrado a un órgano vital y supieses que no vas a poder arrancarla sin quitarte a tí misma. Eres tú. Eres tu propio cáncer. Es horrible y atroz.

A esto hay que sumarle la incomprensión de la gente.

Esta enfermedad no se ve. Casi no se nota hasta que estás grave. Y aún así ves los ojos que te juzgan cuando no has podido terminar la carrera cuando tocaba. Cuando has pasado tanto tiempo en letargo, luchando por vivir. Por no destrozar a tu familia. Porque esa es otra. Lo fácil hubiese sido dejarse vencer por el cáncer de tu mente y ya está. Pero no. Has decidido que no se merecen esto. Y te buscas la vida sola. Aprovechando los pedazos de amistad que han ido quedando después de tantos comportamientos reprochables: tantas caras largas injustificadas y el llorar varias veces al día sin motivo y con amargura. Todo.

Ya estoy bien. Suena irónico. No estoy bien, nunca lo estaré del todo. Estoy «óptima», lo mejor que voy  a poder estar sin medicarme. Pero es algo con lo que naces, es una debilidad física, como un corazón débil.

En fín. Hoy estoy bien. Y tirar toda esta mierda me ha servido para limpiarme. Voy a salir un poquito al balcón a mirar los gatitos del jardín y a que me dé un poquito el sol. Tengo que cuidarme. Quizás vea algún vídeo que me haga reír y me aporte un poquito de mi «hormonita» o lo que sea, la bendita serotonina. «Te lo estás currando» me dijo la psiquiatra cuando le conté todos los trucos que me ayudaban. Sí, eso voy a pensar, que me lo estoy currando. Tal vez eso me anime, la lástima es no poder seguir sumando días sin llorar. Va!, voy a pensar que es por la luna llena 😉

Interpretación de los sueños

Posted in Dama del fuego, Manías, Secretos with tags , , , , , , , , on 07/08/2009 by damadelfuego

Y aprovechando la incursión de Jekyll y que hoy tengo internet 😛 seguiré posteando.

Un día estaba hablando con una de mis mejores amigas acerca de mi deseo (lo siento, pero no siempre puedo escribir la palabra exacta, supongo que es una defensa de mi mente para evitar recordarla e intentar llevarla a cabo). Le contaba que había incluso soñado con ello, sin ser pesadilla, por supuesto. Y me habló de «morbo». Decía que yo sentía morbo hacia la muerte.

Me gustaría saber más acerca de esto. Creo que tanto a mi parte buena — la natural, la que busca mi bienestar dando la mano a mi supervivencia — como a mi parte mala — aquella radical y simplista que no sabe encontrar otra solución  a mis problemas que la muerte — les interesaría… o puede que sólo a una de las dos partes, no sabría entonces decir a cuál 😥 

Si alguna persona con conocimientos de psicología o psiquiatría leyese esto y quiere escribir un comentario, o simplemente alguien que haya aprendido de la vida y que me pueda ayudar, se lo agradecería mucho.

Quizás pueda ayudar si relato algo, realmente íntimo, pero… en fín, lo voy a hacer porque quiero estar curada completamente.

Es lo mismo que le conté a mi amiga:

He soñado muchas veces con morir. Cuando era más pequeña el sueño era más directo y creo que ha sufrido una evolución hasta convertirse en el mismo sueño con el mismo significado para mí, pero de mayor y más sutil.

De pequeña soñaba con un monstruo, normalmente una especie de perro gigantesco, que me mordía el cuello y me hacía mucho daño al clavarme los dientes y succionar con demasiada fuerza la sangre (como cuando te hacen un análisis o te ponen una vacuna y no dejan que el ritmo de la sangre en la vena sea el adecuado: absorben demasiado o empujan el líquido en el interior de la vena). Algo así pero en el cuello. Doloroso, pero en el sueño me apetecía más dejarme caer en la inconsciencia que luchar para vivir (aventuro una posible huida del dolor y de la lucha, no sé).

Ese sentimiento de preferir la inconsciencia que te va ahogando poco a poco y te insensibiliza se ha repetido hasta ahora en sueños que no he llegado a recordar con exactitud.

Ahora cuando muero en un sueño, es de otra manera:

Suele ocurrir en los sueños en los que vuelo: para mucha gente volar en sueños es una sensación maravillosa y para mí también lo es. Se trata de una sensación de libertad y capacidad para hacer lo que uno quiera, embriagadora.

En mis sueños he ido perfeccionando la técnica y he conseguido predisponer mi ánimo para lograr soñar con volar. Sobra decir que me encanta.

En la mayoría de estos sueños sólo estoy yo y si aparece álguien más es con el papel de impedir que vuele (obstáculos en mi vida o proyectos) o como víctima de algún accidente y que debo salvar (rollo hadita curadora muy mágica ella, sorry si suena cursi).

Pero si no recuerdo mal, los sueños en los que muero no pertenecen a estos dos tipos. Estoy sola. Vuelo y me lo paso genial hasta que llego a algún sitio en el que hay una alberca, una balsa, una piscina o una charca. Siempre agua estancada, sucia, negra u oscura, aunque sea por la falta de luz del anochecer o de un cielo nublado. Entonces cojo velocidad y «vuelo» por dentro del agua. Me mojo en el agua asquerosa (porque siempre me da esa sensación) y vuelo dentro de ella. Para mí además de asco me produce la sensación de morir, pero no me invade la inconsciencia del todo, sino que se me queda la sensación de asco y la vista se mantiene intacta. Noto entonces una especie de lucha dentro de mí, una especie de conflicto de intereses o voluntades: una parte de mí quiere salir, pero la otra no quiere moverse: quiere dejar que el agua la acoja, la ensucie. Es una sensación fría en el sentido de que el agua me repele, pero noto el agua caliente, parada.

Otras veces me he parado después de volar. He renunciado a mi capacidad de volar permaneciendo más de lo que toca en el suelo y mirando la balsa. Cuanto más pequeña es, más asfixiante… más mortal. Puede que no haga falta sumergirme del todo ni nadar, sólo entrando a través de los escalones y mojándome hasta las rodillas ya es suficiente. Otras veces he nadado, negándome a salir. A veces es como un deseo sexual

Tanto eso como el mordisco en el cuello…

Va! Lo dejo porque me da mucho corte seguir.

Maneras de morir

Posted in Acerca del funcionamiento, Dama del fuego, Manías, Secretos, Suicidio with tags , , , on 07/08/2009 by damadelfuego

Cuando creé este blog se me pasó por la mente la idea de difundir maneras de suicidarse, así estructuradito y todo, en una tabla con sus ventajas y desventajas: muerte rápida, lenta, indolora, con tiempo determinado, sin tiempo específico para el «fin», que dejase restos o sin ellos (cadáver bonito considerando el impacto visual de los familiares…), con posible intimidad o inevitablemente con testigos, fáciles de ejecutar para que sólo hagan falta unos segundos de valor y que luego el arrepentimiento no interrumpa el proceso, o al contrario, para los «falsos suicidas» maneras de llamar la atención realmente poco efectivas para el susodicho ya que se necesita de mucha decisión para llevarlas a cabo y tienen muchas posibilidades de «distracción» que nos alejen de la concentración, etc. Venenos, productos tóxicos y demás para concretar la causa de muerte que uno «desee».

Pero he ahí la cuestión. El deseo. En mi caso le llamo «deseo prohibido» o «tentación prohibida», ya que uno puede «dejarse caer» en tentaciones como saltarse una dieta, pero en esto no puedes dejar de hacer frente al deseo ni una sola vez… jeje, lógico.

En fín, que ahora la que está hablando es Jekyll, que se ha colado en el blog de Hyde (que se joda Hyde) e inevitablemente se ha puesto a trabajar para contrarrestar los actos de Hyde. Así que, en primer lugar voy a escribir algo que puede que luego mi versión oscura, Hyde, se salte: no voy a facilitar el listado tan preciado, aún sabiendo que cuando un@ se encuentra con la necesidad lo agradece, agradece conocer más acerca de su «deseo».

Pero como soy un pelín mala, pues nada, voy a dejar de lado mi coherencia en este asunto (lo siento chavales) para otro momento: aquél en el que llegue Hyde con ganas de escribir y se encuentre con que se ha prohibido a sí misma escribir pistas al respecto.

Puede que así, con esta pequeña interferencia censora de Jekyll en el espacio propio de Hyde, Hyde resulte inofensiva pero quedándole la suficiente libertad para exteriorizar sus sentimientos y la parte más vergonzosa (o avergonzante, para que quede claro)  de mí misma.

Un consejo

Posted in Consejos, Dama del fuego, Secretos, Suicidio with tags , , , , on 07/08/2009 by damadelfuego

Os voy a dar un consejo: si tenéis un amigo con problemas de depresión y además varios intentos de suicidio…(espero que no, porque me han dicho que es jodido), ni se os ocurra contarle «curiosidades» acerca de maneras de morir, venenos, productos tóxicos, etc.

Exacto, eso es lo que me pasó a mí. Hace poco y habiendo dejado de lado mi «deseo prohibido», un amigo me dijo (y estoy segura que de haber imaginado las consecuencias no lo habría hecho) que cierto producto, comestible además, facilísimo de conseguir y de hacer pasar inadvertido en cualquier casa, resultaba tóxico y letal en dosis muy bajas.

Me informé y sí, sabía algo acerca del asunto, pero no le dí más importancia porque no pensé que fuese tan…eficaz. Entonces ocurrió lo que debí haber impedido: al día siguiente estaba comprando grandes cantidades de «ese producto» para poder extraer lo que necesitaba y así tener mi reserva de veneno preparada para cuando no tuviese voluntad.

Es ésta la «tarea» de la que hablaba en mi post anterior y que dejé de lado unos días gracias a una oportunísima llamada de una amiga.

 

Conclusión:

Hay muchas maneras de morir pero algunas son demasiado sencillas, eficaces, rápidas y con demasiados «pluses» como para pasar desapercibidas ante los ojos de alguien que tiene un lado malvado escondido a la escucha.

Caminando por el filo de la navaja

Posted in Dama del fuego, Secretos, Suicidio with tags , , , , on 03/08/2009 by damadelfuego

El otro día me pasó una cosa que me impactó: acababa de crear el blog para mostrar mi parte más negra y regocijarme en mis miserias, dejándome llevar por el deseo de morirme que tanto me seduce. Estaba entregada ya a mi parte perversa y mi voluntad tenía cada vez menos fuerza: estaba cayendo en las garras del monstruo que vive en mí.

A pesar de esto, sé que después de haber luchado tanto por estar sana no debo rendirme a la primera de cambio, pero estaba ya harta. Hasta los cojones de que ciertas personas me traten como si fuese su criada.

Había pasado la tarde preparando mi muerte para que, cuando llegara el momento de suicidarme, estuviese todo a punto, cuando me llamó una de mis mejores amigas. Hacía días que quería hablar con ella, pero nada, no había manera de pillarla con el móvil. Así que ahí estaba yo, toooda la tarde hundiéndome y dejándome hundir por mi yo mala hasta que mi amiga me llamó.

Ella tiene sus manías y sus historias como todo el mundo, y me dijo que había soñado conmigo esa noche. No es que sea muy mística que digamos pero hay cosas de ésas por las que se deja llevar. Llevaba ella unos días pensando en llamarme y no encontraba el momento hasta que soñó conmigo. Entonces cogió el teléfono y tuve que dejar lo que estaba haciendo.

La verdad es que me alegré de hablar con ella, aunque al principio pensaba para mis adentros que no estaba siendo una conversación muy divertida para ella, puesto que empecé a quejarme de todo. Pero ella estaba ahí, aguantando el tirón. Animándome. Total, que al final no sé qué me dijo que me levantó mogollón la moral y al final, después de media hora de conversación estaba yo más contenta que unas castañuelas.

Estaba un poco hasta los cojones de mi tarea y la dejé para otro momento, con la esperanza de no retomarla jamás. Fue algo heavy porque ella no lo supo pero me acababa de salvar la vida, me había alargado la vida y me había apartado del peligro al menos para unos cuantos días. Y todo sin darse cuenta. Puede que sólo por ella ya valiése la pena el esfuerzo que estoy haciendo, pero no sé… no me siento del todo segura. Supongo que sigo siendo un peligro para mí…y para los demás.

Buenas noches.