Archivo de libertad

Sigo viva

Posted in Dama del fuego, Ideales, Manías, Suicidio with tags , , , , , , , , , , on 16/03/2010 by damadelfuego

Me gustaría poder contar otra cosa, pero lo cierto es que estoy tristísima, malhumorada y que no tengo mucho que aportar. Llevo varios días por los suelos y encima las personas que más se preocupan por mí son las que peor lo pasan, con lo cual tampoco es que me sienta muy bien 😦

Estoy intentando aguantar hasta finales de abril para ver qué me dice la médica. No espero grandes sorpresas, sólo pediría que me dijese que en poco tiempo volveré a estar bien. Es verdaderamente frustrante. Me está costando un esfuerzo enorme mantenerme en contacto con la gente, porque, si soy sincera, no me apetece hablar con nadie. Intento darle la espalda al malestar, ilusionarme con cosas nuevas, pero para qué nos vamos a engañar? Estoy derrotista y me doy asco a mí misma.

El otro día me pasó algo que me hundió. Fue la cosa más tonta del mundo (vamos a ver si analizándolo lo consigo ver de otro modo menos penoso):

Charlaba con un amigo y él intentaba darme consejos para que me sintiese bien. Me decía, a ver, deja de pensar en (una cosa) y piensa en tí, piensa en tu vida: ¿Qué te apetece hacer?

-¿Cómo que qué me apetece hacer? No sé.

-Sí mujer, ¿qué te gustaría hacer?

-Es que no lo sé. Realmente no sé qué me gusta hacer ya que hace tiempo que no elijo qué quiero hacer. Me apetece hacer lo que «tengo que hacer».

-Coño! ¿Quieres dejar de pensar en los demás?

-No sé.

-Pues ya sabes. Averígualo: ¿Qué te gustaría hacer?

Recuerdo que una vez salí de una película en el cine. Llevábamos 10 minutos viéndola y yo había tenido suficiente. La había elegido el grupo, la mayoría. Yo no había votado por esa. No obstante la intenté ver con ganas pero mi estómago estaba sensible ese día.

La cuestión es que éramos un grupo grande y yo me había sentado junto a un chico que también se estaba poniendo verde, teníamos el estómago del revés.

Así que por alguna extraña razón se juntaron los planetas. ¿Nos vamos?, nos dijimos. Y así hicimos. El resto del grupo se quedó un poco pillado cuando se lo dijimos, pero era bastante comprensible. Lo mejor quizás fuese que ese día no me importó hacer lo que me apetecía.

En la sala de al lado estaban proyectando una peli juvenil de fantasía. Le explicamos al chico de las entradas y no puso pegas. Así que entramos, vimos la peli y sentimos que había sido una decisión acertada.

Al salir el grupo tenía la cara descompuesta y estaban histéricos de los sustos de la peli. Este chico y yo estábamos en armonía con el universo y experimentando la ansiada paz. De manera que nos pusimos a charlar con los otros y ver qué tal les había ido y contamos nuestra historia. Al final comprobé que todo el miedo que había tenido de hacer algo que pudiese molestar al grupo, en realidad no tenía por qué ser, cuando haces las cosas por una razón y con el respeto a los demás.

Ese día experimenté una sensación que no había sentido en muchísimo tiempo: la libertad.

El haber elegido lo que «a mí» me apetecía, el haber escuchado por una vez lo que el ánimo me pedía me hizo sentir tremendamente feliz y a la vez triste de haber visto durante cuánto tiempo me había postrado a la voluntad de una persona. (Estúpida yo).

Así que desde ese momento he intentado saber qué cosas quería hacer, incluso llegué a empezar una lista con cosas como: quiero terminar la carrera, quiero aprender inglés, quiero encontrar un trabajo, etc.

Pero a la hora de la verdad siento vergüenza ante mí misma de escribir en esa lista cosas que no sean «de provecho», sino que tengan que ver con el ocio, ya que siempre acabo considerándolas supérfluas y ridículas. Incluso cuando fantaseo con el hecho de hacer otra carrera, de empezar desde cero, aplasto mis sueños poniendo algo más razonable encima.

Me pregunto si algún día seré capaz de enfrentarme a mí misma y arriesgarlo todo para conseguir hacer lo que de verdad me gusta. Si tendré el valor de decir «esto quiero y no me importan los demás», como el día de la película.

Me siento patética.

Hazlo por tí!

Posted in Amistad, Amor, Consejos, Dama del fuego, Mundo mejor, Secretos with tags , , , , , , , , , , , , , , on 30/10/2009 by damadelfuego

¿Será porque me acompaña Sabina?… ¿Será porque te he leído?…

¿Será porque ahora estoy sola?… ¿Será porque tienes razón?

Te miento?? … Te he dicho que soy feliz… ¿Lo soy o simplemente te lo digo para creermelo? (Eso me preguntas y me pregunto ahora yo) 

Jajaja, sí, lástima no haber nacido hombre. Quizás eso no asegurara que estuviese contigo, mi niña, jajajaja, pero es bonito que me lo digas. Por supuesto yo también te quiero. Sobre todo porque como tú dices: sin palabras, sin miradas, sin ni siquiera tenernos delante, sin nada, ya sabemos lo que piensa la otra 🙂 Qué sonrisa tan amarga esta. Creo que te miento, mi niña, pero sólo en un matiz:  No tengo tanta fe en conseguir esa libertad que tanto ansiamos (tú para mí, y yo para mí … y para TÍ!)

¿No te das cuenta, pequeña, que estamos igual? Estamos jodidas las dos! Jajaja. Pero aquí seguimos, verdad? Luchando, que no trabajando (  😉 esto va para el único 🙂) por adueñarnos de aquello que dicen que nos pertenece, pero que sabemos que lo tienen los demás en usufructo: nuestra vida.

Digo que no tengo fe, pero no hace falta que lo vea ahora : voy a esforzarme y lo veré cuando ocurra! Conseguiremos la libertad, seremos dueñas de nuestras vidas!

Algún día saldrás de esa situación,  mi niña, ya lo verás, no te rindas.

Venga! Que las dos podemos!

Levántate, dame la mano y corre!!

No hace falta que te diga que es mejor que no mires atrás. Esos esquemas no te sirven y ahora tienes que estar decidida.

Te paras… Coge aire y ¡vuelve a la carrera!

Ya sé que estás cansada! Pero no puedo verte consumiéndote en esa prisión!! Por favor, hazlo por mí, por tu niña. Hazlo por la única a la que acabas llamando con lo poco que acostumbras a llamar… Ay, mala mía! Mira que te cuesta contar con los demás…, siempre en tu mundo de sueños y agua… 🙂

Pero sabes que luego viene un viento helado y te arranca de cuajo de allí. 😦

Dame la mano, cógele a él y vete lejos de allí.

Es curioso cómo la vida nos da y nos quita las mismas cosas a las dos a la vez. Jajaja. ^^

Pero estamos de buenas, mi amor, así que aprovecha y no seas tonta: ponte las pilas y «trabaja» por tu bienestar! Deja de ver monstruos y mira a ese faro tuyo, tu «chico ojalá», que yo haré lo mismo; pero no podré ser feliz mientras tú no lo seas. Lo sabes (claro que lo sabes), jajaja, sí, tú me dices lo mismo. Y yo te digo «no te preocupes por mí, estaré bien». ´¡Cuánto nos mentimos por cuidarnos la una a la otra y así evitar «preocupar-nos»! 🙂 Quizás algún día te deje leer esto, pero ahora necesito que no te desconcentres conmigo 😛

Buenas noches, mi niña. Deja eso que estás haciendo y acuéstate: mañana tienes que levantarte y ponerte a estudiar! Hazlo por tí y si no, hazlo por mí que quiero que estés bien… Te quiero. Yo voy a estar bien. Esta vez es verdad 😉

————————-

Y ya ves, después de terminar este papel-post, me doy cuenta de que he ganado muchas otras batallas esta noche: porque lo que podía haber sido tristeza ha sido esperanza y alegría; porque la soledad (porque no había nadie más XD) no ha sido ni hundimiento ni evasión, sino tranquilidad, pintura y reflexión… Y música y baile, jajaja. Aquí sola hago estas cosas!

He ganado esta noche a los ruidos, a las puertas abiertas, al reflejo del espejo y a las corrientes de aire: he vencido al miedo esta noche… O simplemente he vencido la timidez de una victoria pasada. Soy feliz, o si tú lo prefieres, casi feliz, y estoy disfrutando de la victoria: he puesto por segunda vez el mismo disco de Sabina. Hasta a él lo he vencido (Sabina a veces me hunde); hasta el recuerdo del «demonio» cantándomelo lo he vencido (ya sabes de quién hablo).

Y como suele pasar, cuando le sonríes al miedo, desaparece. Y viene de no se sabe dónde un regalo que no te esperabas. Jajaja. Sí, esos son los mejores 😉 Y sí, son los resultados, que vienen con retraso aunque cuando te llegan sabes que te los ganaste hace tiempo y te llegan por no haberte rendido, por no hacer las cosas por los resultados, sino por los principios. En fín, no ha estado pero que nada mal.

… Y ahora llega una canción preciosa de Joaquinito. Voy a bailarla! 😉

(… lo malo de los besos es que crean adicción…)